Nací y crecí en una familia de psiquiatras, pero fueron las tardes de mi infancia en la clínica, entre pacientes ingresados, lo que determinó lo que sería mi futuro profesional.

Estudié psicología en la Universidad Complutense, realicé el Diploma de Estudios Avanzados en Neurociencia, me especialicé en Terapia de Familia y de Pareja, en técnicas Psicodramáticas y otras formaciones que me permitieron crecer en un enfoque emocional e integrador.

Pero sin duda, lo que me ha formado y me ha permitido ser la psicóloga que soy hoy, han sido todos los años trabajando desde que me licencié dentro del mundo de la Psiquiatría, interviniendo desde el principio con patologías graves y muy diversas.

Fundé el Hospital de día para pacientes psiquiátricos hace 20 años, dirigí la unidad de Psicología de la Clínica López-Ibor e impulsé la intervención psicológica como pieza fundamental para lograr el cambio.

Considero imprescindible la formación continua, sin embargo, tengo muy claro que hay infinidad de cosas en el mundo de la mente que no están en los libros, y que mis verdaderos maestros han sido, y seguirán siendo, cada una de las personas a quien acompaño, que confían en mí, y con quienes formo un equipo, sin el cual no tendría sentido la terapia.

Estudié Psicología porque creo en el CAMBIO de las personas, sobre todo, cuando saben (sabemos) hacerlo! De ahí que mi esfuerzo sea buscar caminos alternativos ante el sufrimiento, crisis o problemas respetando el ritmo de cada uno de los pacientes (o IM-pacientes).

Me especialicé en Terapia Familiar y de Pareja, entendiendo que lo que cada uno lleva en “su mochila” lo carga y/o deposita en su manera de enfrentarse a la vida, con sus ventajas o desventajas.

A su vez, mi formación en Psicología Forense, más allá de la elaboración de informes periciales, ha contribuido en poder ser rigurosa, meticulosa y objetiva en la evaluación y conocimiento de la personalidad y estado mental de las personas de una manera psicométrica y científica, como lo es (o debería ser la Psicología).

Por otro lado, mi dedicación como docente me aporta un afán incansable de seguir aprendiendo (y enseñando), enriqueciéndome de las nuevas generaciones de profesionales del ámbito sanitario.

En conclusión, creo en lo que hago y disfruto todos los días con cada una de las personas que, por diferentes motivos, compartimos parte del camino, siendo un placer coincidir en la travesía.

Pero ante todo mi filosofa ha sido, es y será que hay que ADAPTARSE a las necesidades de cada caso y cada momento… apostando por una psicología más allá de 4 paredes, una mesa y una hora duración.

Desde hace 14 años coordino e intervengo como psicóloga sanitaria en la Unidad de Hospital de Día de Reactiva López-Ibor con pacientes que presentan un Trastorno Psiquiátrico. Esta Unidad surge en el año 2002 como respuesta al incremento de la demanda de tratamiento a nivel grupal de los pacientes que presentan una enfermedad mental grave. Es aquí, donde gracias a mi formación integral en psicoterapia y mi experiencia como profesional después de tantos años en intervención grupal con pacientes con un Trastorno Psiquiátrico, donde me siento totalmente cualificada para el desarrollo de este programa de intervención grupal donde lo fundamental es el abordaje de los procesos cognitivos, emocionales, conductuales y relacionales del individuo que asiste al Programa, desde un ambiente de apoyo y comprensión constante por parte del terapeuta.

Psicóloga Clínica Sanitaria por la Universidad Complutense de Madrid , Especialista en Psicoterapia y Psicodrama por la Escuela de Psicoterapia y Psicodrama, Experto en Psicomotricidad Terapeútica por la Universidad Complutense de Madrid, Experto en Intervención Clínica en Adicciones: Nuevos avances y Técnicas Integradoras por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Destacar también mi experiencia en intervención individual con pacientes que acuden a la Clínica con el objetivo de facilitar un aprendizaje integral que le ayude a tomar conciencia de sus procesos mentales y relacionales para favorecer su recuperación.